La inquieta fuerza sonora de CHERCÁN consagra el primer año de su disco debut con un videoclip de “Kalimba”: un manifiesto visual que confronta la deforestación con el virtuoso ciclo de la madera viva.

Tras seis años de intensa formación y consolidación en los escenarios y festivales de Valdivia y Chile, Chercán ha convertido 2025 en un año decisivo con la publicación de su primer larga duración; un disco homónimo que los llevó a expandir su sonido por México y a dar sus primeros pasos en la creación audiovisual. Este manifiesto visual, correspondiente al primer sencillo Kalimba, fue presentado oficialmente el pasado 29 de noviembre en plataformas de streaming, además tuvo un estreno en vivo en el Centro Cultural Espacio en Construcción, en Valdivia, celebrando así un año de gloria y expansión para la banda.

Chercán se mueve entre territorios del rock de vanguardia y fusiona de manera natural elementos del progresivo, la música latinoamericana y el world music. Su sonido se construye a partir de la exploración constante de ritmos y texturas, mientras sus letras reflejan inquietudes personales, vínculos con la naturaleza y la sociedad contemporánea.
En Kalimba, videoclip financiado por el Fondo de la Corporación Cultural Municipal de Valdivia CONARTE, extiende esta filosofía hacia lo visual, centrándose en la relación humano-naturaleza, retratando el bosque valdiviano y los humedales a los pies de la Cordillera de la Costa, así como las tensiones derivadas de la explotación forestal.

Musicalmente, la canción combina melodías envolventes con dinámicas que fluctúan entre la introspección y la expansión emocional, reforzando la sensación de viaje y descubrimiento que la letra y el video buscan transmitir. Para Roberto Faúndez, guitarrista de la banda, “Kalimba refleja la variedad sonora que tenemos como banda; esta amalgama de nuestra propuesta que fusiona el rock con otras sonoridades más alejadas como el world music y las percusiones latinoamericanas, y para nosotros desde un inicio fue lógico el impulso de que además esta canción tuviera una expresión visual y por ellos siempre fue la candidata número uno para hacer nuestro primer videoclip”, explica.
A lo largo de 2025, Chercán ha demostrado que, más allá de ser considerada una banda emergente, su propuesta posee una fuerza y coherencia que da cuenta de un trabajo cuidadosamente construido para reclamar atención y escucha. Además de debutar en Santiago en el icónico Bar de René, Chercán hizo su primera presentación internacional con una exitosa gira por México, que incluyó presentaciones en Ciudad de México y Querétaro.
Estos hitos, sumados a la edición en formato físico de su primer álbum, atrajeron las miradas y oídos de distintos críticos musicales tanto a nivel nacional como internacional. Medios especializados como iRock, Rockaxis, Expectador y Lazland han destacado su propuesta sonora: iRock califica su disco como “una obra seductora e inclasificable” que evoca suites de rock progresivo con múltiples secciones e intensidades. irock.cl. Por su parte, Rockaxis afirma que “cada canción explora una faceta distinta” y subraya la “experiencia sonora de alta complejidad, emocionalidad genuina y notable dominio técnico” con elementos que van desde la furia hasta la contemplación. rockaxis.com

Desde otra perspectiva, el medio Expectador describe el álbum como “explosivo y meditativo”, un viaje que mezcla dinámicas desafiantes de jazz, rítmicas potentes y expresividad vocal, logrando que cada tema, desde “La Culpa” hasta “Relato de una Obsesión”, se sienta como parte de una catarsis cuidadosamente construida. Estas críticas subrayan que Chercán no solo ha conseguido atención por su virtuosismo instrumental y compositivo, sino también por la coherencia narrativa y emocional de su disco debut, consolidándose como una de las propuestas más potentes y originales surgidas desde Valdivia.
Hoy, Chercán cierra este ciclo con el lanzamiento de su primer videoclip, reafirmando un año de expansión, madurez creativa y apertura a nuevas audiencias. El videoclip de Kalimba fue registrado en medio de la selva húmeda de Punucapa, pueblito ubicado en el corazón del humedal Carlos Anwandter en la ciudad de Valdivia. Fue dirigido por Francisco Ríos Anderson, a partir de un guión suyo junto a Andrés Wass. Su producción general estuvo a cargo de la artista visual y productora valdiviana Marcela Castro y LaZorra Producciones, mientras que la producción técnica quedó en manos de Francisco Ríos
Anderson y Guairao Films. La dirección de arte corresponde Juana Lizaso Solis, la asistencia artística es de Mariana Oyarce; en la asistencia de fotografía Gonzalo Aguilar y Erwin Ojeda; mientras que el elenco está compuesto por Andrés Wass, Agustín Briceño y Fausto González; el diseño gráfico es de Carlos Alvear.